domingo, 13 de maio de 2012

Te damos gracias Señor
¡La Federación Santa María de Guadalupe está de fiesta!
En el día 7 de mayo puntualmente a las 5 de la tarde, celebramos con inmenso júbilo, la bendición de la Iglesia del Monasterio de Mairena de Aljarafe, nuestra querida Casa Federal. Congregadas por el Espíritu Santo, nos reunimos más de 50 hermanas en la alegría y amor fraterno para celebrar este día de gracia, llenas de gratitud al Señor, ¡que verdaderamente “ha estado grande con nosotras”!
La Eucaristía, presidida por el Señr Arzobispo de Sevilla, D. Juan JoséAsenjo Pelegrina, fue concelebrada por 22 sacerdotes, de entre los cuales hay que destacar el Vicario para la vida religiosa, el Vicario de zona, el pároco y el capellá del Monasterio. Pudimos contar con la presencia siempre cercana y fraterna de los hermanos menores, especialmente de fray Joaquí Domíguez Serna, nuestro Asistente, que ha hecho este recorrido apoyando desde el principio a la Comunidad de la Casa Federal.
La bellíima Iglesia del Monasterio estaba repleta, tanto que muchas personas tuvieran que quedarse fuera. Muchos amigos de la Comunidad, invitados y parroquianos de Mairena quisieron estar presentes, asícomo amigos venidos de la Dióesis de Méida-Badajoz.
En la preciosa homilía, D. Juan José nos explicó detalladamente la importancia de la bendició del ambó y del altar que habí hecho anteriormente. El ambó es la sede de la Palabra proclamada y meditada en cada Eucaristía o celebració. Es como una fuente de vida y encontro
con el Dios vivo que nos habla hoy, es escucha atenta a la voz del Señor. El altar es el ara del sacrificio incruento del Cordero Pascual por todos los hombres y mujeres. Allí, en cada Eucaristía, Cristo se hace verdaderamente presente en su Cuerpo y en su Sangre, y de donde, como manantial siempre desbordante, nos saciamos; es aliento y fortaleza cada día para las angustias y cansancios humanos, es viático en nuestra peregrinación terrena. El Señor Arzobispo invitaba a todos, no sólo a la Comunidad Conventual, sino también a los amigos del Monasterio y habitantes de Mairena, a saborear ratos de oración y adoración en el nuevo templo, participando además en las celebraciones y en la Eucaristía Dominical. Insistió en que este lugar fuese espacio de verdadero encuentro de las hermanas concepcionistas con el Esposo, D. Juan José, resaltó la constante llamada a la fidelidad que soló puede brotar del encuentro íntimo con Jesús Eucaristía.
Después de la preparación del altar, se celebró por primera vez la Eucaristía en la nueva Iglesia, donde pudimos rendir gracias ofreciendo el sacrificio de Cristo al Padre.
Las maravillosas flores con que estaba adornada la Iglesia nos hacían pensar en la misma belleza de Dios y la imagen de la Virgen Inmaculada mirando a sus hijas atraía nuestros ojos de manera especial.
No recibimos la bendición final sin antes escuchar las agradecidas palabras de la Madre Presidenta. Dirigiéndose a todos y agradeciendo la presencia de cada uno. Madre María de la Cruz resaltó el apoyo cercano del Padre Asistente, la eficiencia del Señor arquitecto y de su equipo, así como de los constructores y demás trabajadores que hicieron posible este acontecimiento; la ayuda de las hermanas que, de distintas formas han apoyado este recorrido de seis años. El esfuerzo y la constancia de todos permitieron celebrar este gran día para nuestra Federación.
Después de la Eucaristía fue ofrecido un pequeño ágape a los invitados y participantes de la inauguración de la Iglesia del Monasterio de la Purísima Concepción de Mairena del Aljarafe. Las hermanas de otras comunidades nos dirigimos en el refectorio donde teníamos ya preparado el banquete. ¡Gracias Señor por la comunión fraterna y por compartir este día de alegría y alabanza a tu bondad y amor infinitos!
Necesariamente subrayamos aquí la perseverancia y valentía de nuestra querida Madre Presidenta a lo largo de estos años de construcciones; si es posible tener hoy un Monasterio abierto a todas nosotras, una Iglesia lindísima donde alabar al Esposo que es de todas las hermanas de la Federación, lo debemos a los esfuerzos constantes de la Madre María de la Cruz.
¡Que el Señor sea alabado con nuestras vidas y con nuestro “Sí” diario!
soror Inês de la SSma.Trinidad
Monasterio de Campo Maior (Portugal)


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